El año pasado, durante la campaña para derogar el impuesto estatal sobre las emisiones de CO₂, Rachel Smith, presidenta de la Cámara de Comercio Metropolitana de Seattle, declaró al consejo editorial del Seattle Times que eliminar dicho impuesto no necesariamente reduciría el precio de la gasolina.

Ella afirmó: “No hay garantía de que eso vaya a reducir el precio de la gasolina. Esto no es un impuesto a la gasolina.” Añadió además que nada en la iniciativa exigía que los precios bajaran.

Como señalé en ese momento, esa afirmación demostraba “o una falta de comprensión básica de economía o que estaba dispuesta a arriesgar su credibilidad por un argumento político.” Creer que los precios solo cambian si la ley lo exige es una postura extraña para la líder de una cámara de comercio. Además, es una postura profundamente desinformada.

Cualquiera que haya hecho fila en Costco para llenar el tanque sabe que existe una competencia feroz por el precio de la gasolina. Es por eso que todas las estaciones exhiben claramente sus precios. Si una estación cobra más que las demás en la zona, pierde clientes. Los precios promedio de la gasolina suben y bajan diariamente porque son extremadamente sensibles a esas fuerzas competitivas. No debería tener que explicar esto a la presidenta de una organización empresarial.

Para poner a prueba si Smith realmente creía lo que decía, le propuse una apuesta: si se derogaba el impuesto al CO₂, los precios de la gasolina en Washington bajarían en comparación con los de Oregón. No sorprende que se negara a apostar, lo cual indica que sabía que su afirmación era insostenible. Lamentablemente, la iniciativa no fue aprobada y ahora los residentes de Washington pagan aproximadamente 40 centavos más por galón como resultado.

Sin embargo, ahora tenemos una oportunidad de probar su afirmación.

El 1 de abril, Canadá eliminará el impuesto al carbono para los consumidores, que actualmente es de 80 dólares canadienses por tonelada métrica de CO₂ —equivalente a 70 centavos por galón de gasolina o aproximadamente 19 centavos por litro.

Podemos comprobar si el impuesto al carbono en Canadá afecta el precio de la gasolina. Después de todo, como dijo Smith, no es un “impuesto a la gasolina” y no hay ninguna norma que obligue a las estaciones a reducir sus precios.

Vuelvo a lanzar la apuesta: predigo que el precio de la gasolina en Canadá bajará aproximadamente 58 centavos por galón en las próximas semanas, ajustado al precio mundial del petróleo. Siempre existe cierta incertidumbre en cómo se ajustan los precios debido al tiempo que tardan las cadenas de suministro y otros factores, pero una disminución de 58 centavos por galón será evidente.

La apuesta es de $50 para la organización benéfica que el ganador elija. Mi elección es Plastic Bank, que trabaja para reducir la contaminación plástica en los océanos.

Les haré saber si acepta la apuesta.