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El proyecto de ley SB 5671 haría menos eficiente la expansión del internet de banda ancha

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Donald Kimball
Communications Manager, Tech Exchange Editor

En una medida que perjudicaría el acceso a largo plazo a la banda ancha más de lo que lo beneficiaría, el proyecto de ley SB 5671 eliminaría a las empresas privadas de la elegibilidad para recibir subvenciones y préstamos del programa estatal de expansión del servicio de banda ancha. Este programa, creado para ampliar el acceso a internet en Washington, originalmente otorgaba subvenciones y préstamos a empresas, organizaciones sin fines de lucro, gobiernos locales, tribus, asociaciones cooperativas y asociaciones público-privadas. Al eliminar la elegibilidad de las empresas privadas, el proyecto inclina la balanza especialmente a favor de las redes de propiedad gubernamental (GON, por sus siglas en inglés).

Aunque las GON pueden ofrecer tarifas más bajas a corto plazo, es esencial considerar el panorama general:

Sostenibilidad a largo plazo
Los mayores costos de infraestructura para establecer una red de banda ancha se presentan al inicio. Por eso, al dar servicio a zonas de baja densidad, esos costos se distribuyen entre menos personas, elevando los precios. A corto plazo, las GON pueden ofrecer tarifas más competitivas porque dependen de subsidios y no de la viabilidad de mercado. Pero a largo plazo, tienden a generar mayores costos y velocidades más lentas por su falta de experiencia y de inversión comparable a la del sector privado.

Además, aunque es loable aumentar el acceso a redes de alta velocidad, no se debe olvidar que la asignación de recursos en la sociedad funciona mejor cuando responde a precios como señal de información, en lugar de a mandatos gubernamentales. Por ejemplo, si una zona ya cuenta con una velocidad de 100 Mbps, y una GON quiere instalar infraestructura para alcanzar 250 Mbps, podría hacerlo sin considerar si realmente hay demanda. Esto obligaría a los contribuyentes a subsidiar una gran inversión para un beneficio marginal. Una empresa privada, al recibir el mismo subsidio, probablemente planificaría de forma más eficiente y sostenible.

Recursos limitados
La tasa de cobertura de banda ancha en Washington ya es muy alta: casi cobertura total para velocidades básicas de 100 Mbps de bajada y 20 Mbps de subida, y cerca del 90 % para velocidades de 250 Mbps de bajada y 25 Mbps de subida. La mayoría de los habitantes del estado que necesitan acceso ya lo tienen. Al construir infraestructura con operadores no especializados, se ocupan recursos como postes, cableado y terrenos públicos, impidiendo que otras empresas privadas puedan ofrecer servicios. Esto genera un efecto de desplazamiento, limitando la competencia y dejando a los consumidores entre una opción subsidiada pero desactualizada, y una opción privada más moderna pero con menos incentivos para bajar precios.

Desarrollo tecnológico
Nuevas tecnologías están eliminando la necesidad de infraestructura tradicional. Para quienes requieren banda ancha en zonas sin cobertura, servicios como Starlink, y próximamente Amazon Kuiper, ofrecen opciones de bajo costo que no dependen de inversiones locales. Estas tecnologías permiten mayor competencia, bajando los precios en general y eliminando la necesidad de esperar a que se justifique económicamente invertir en áreas poco densas.

Todo esto demuestra que, aunque bien intencionadas, las GON pueden ser soluciones de corto plazo con consecuencias negativas a largo plazo. Estos programas a menudo comienzan con grandes aspiraciones pero terminan en fracaso. Basta recordar el fallido proyecto de Wi-Fi público de Seattle en los años 2000, que buscaba ofrecer internet gratuito en toda la ciudad. Aunque el piloto inicial brindó una conexión lenta y poco confiable que fue ampliamente ignorada, la ciudad siguió gastando recursos por casi siete años hasta que el programa fue cancelado. Mientras tanto, cafeterías como Starbucks ofrecieron Wi-Fi gratuito, cubriendo la ciudad con un acceso más confiable y eficiente que el de la red pública.

Como señaló Mike Wendy de MediaFreedom.org:

“La provisión municipal de servicios de comunicación es una idea antigua. Agregar ‘Wi-Fi’ al proyecto no cambia nada. La economía subyacente de las redes tecnológicas financiadas por los contribuyentes es, en su mayoría, insostenible y arriesgada. Siempre ha sido así. Además, distorsionan el mercado, dificultando la entrada de nuevos competidores o el crecimiento de los ya establecidos.”

El proyecto SB 5671 acelera precisamente ese tipo de modelo “insostenible y arriesgado”. Es, en la práctica, una concesión a las GON en detrimento de las empresas privadas, ignorando los beneficios que la competencia y el sector privado ofrecen a los consumidores. En especial, este proyecto perjudica a los pequeños proveedores de internet (ISP) que intentan establecerse en zonas desatendidas. Negarles el acceso a los mismos beneficios que una GON solo aumenta los costos para todos a largo plazo.

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