La semana pasada, en la Cena de Gala de Premios de WPC, uno de los casi 1,000 asistentes se acercó y me preguntó: “Liv, ¿qué es exactamente la elección escolar? ¿No perjudicará a las escuelas públicas? ¿Otros estados están usando la elección escolar?” Estas son preguntas razonables. Responderé la primera primero y abordaré las otras preguntas en futuras publicaciones de blog.

La elección escolar es una idea política para mejorar el acceso de los niños a la educación. Es completamente voluntaria y brinda a los padres una alternativa a una escuela tradicional administrada por el gobierno.

El sistema tradicional da poco control a las familias y proporciona un modelo de “talla única” basado en la dirección del hogar del niño. A muchos padres les gusta su escuela pública local, pero algunas comunidades están desatendidas.

Por supuesto, la elección escolar ya existe para las personas que pueden permitírselo. Se llama mercado inmobiliario. Las familias adineradas pueden comprar casas en vecindarios con buenas escuelas. Las familias que no pueden permitirse esto a menudo encuentran que la escuela pública asignada no logra educar adecuadamente a los estudiantes. La elección escolar es la solución a esta situación injusta. La elección escolar otorga a los padres el dinero de la educación de su hijo directamente, generalmente en forma de una Cuenta de Ahorros para la Educación (ESA) regulada, lo que permite al niño acceder a una escuela alternativa si los padres piensan que es lo mejor.

Estos días, sin embargo, incluso los padres en vecindarios acomodados están encontrando que los administradores escolares a menudo no respetan sus creencias religiosas y valores morales. Esto crea tensión entre los mensajes políticos que los niños escuchan en la escuela y las lecciones de carácter que los padres enseñan en casa.

La elección escolar expande las opciones de aprendizaje al dar a las familias control sobre los dólares de la educación pública de su hijo. Las opciones hacen que el aprendizaje sea más inclusivo. Las opciones educativas pueden incluir escuelas privadas, educación en el hogar, aprendizaje en línea, tutores individuales y servicios para necesidades especiales.

Los tribunales han dejado claro que, debido a que los padres dirigen el gasto, elegir una escuela religiosa es constitucional, de la misma manera que la ayuda estudiantil federal ahora va a universidades religiosas.

Los programas de elección escolar varían en estructura. Algunos programas otorgan créditos fiscales a organizaciones que financian becas para escuelas privadas. Algunos programas estatales proporcionan vales o una ESA financiada con impuestos.

En otros estados, los programas de elección escolar generalmente proporcionan a las familias entre $4,300 y $8,400 por estudiante por año. Los niños con necesidades especiales reciben financiamiento público adicional, hasta $25,000. Los programas de elección escolar están regulados por el estado y todas las escuelas participantes deben estar completamente acreditadas.

La elección escolar es popular. Ya este año, siete estados han promulgado la elección escolar universal, permitiendo que todos los estudiantes participen. En total, treinta y dos estados, Puerto Rico y el Distrito de Columbia ofrecen alguna forma de elección educativa a los padres.

Por supuesto, siempre habrá quienes se sientan incómodos con el cambio. Los intransigentes en el sistema actual son particularmente vocales, viendo la elección de los padres como una amenaza para sus presupuestos y carreras. Pero el propósito del gasto en educación pública es educar a los niños, no satisfacer los deseos financieros de intereses poderosos.

La elección escolar tiene un objetivo: poner las necesidades de aprendizaje de los niños por encima de los deseos de carrera de los adultos.