Dar a los padres una cuenta de ahorros para educación con $ 10,000 para que los niños puedan aprender fonética

By LIV FINNE  | 
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Aug 14, 2019

La reportera de investigación Emily Hanford ha revelado que los maestros todavía usan el método de "lenguaje completo" para enseñar lectura, un método en desuso desde hace dos décadas. Es bien sabido que la instrucción profunda en fonética, no el lenguaje completo, es la mejor manera para que los pequeños aprendan a leer.

Las guerras de lectura de la década de 1980 revelaron este descubrimiento. En aquel entonces, la discusión se enervó tanto, al grado que el gobierno federal nombró al Panel Nacional de Lectura para informar sobre lo que muestra la ciencia. En 2000 concluyeron que la instrucción en fonética es el mejor método.

Desafortunadamente, Aira Jackson, de la Oficina del Superintendente de Instrucción Pública (OSPI), acepta que los maestros de Washington ignoran la ciencia y usan la enseñanza del idioma completo, informa The Seattle Times. Sin embargo, Jackson desaprueba:

"Sabemos cómo enseñar a los niños a leer", dijo. "Realmente no existe un debate sobre qué habilidades son necesarias para aprender a leer".

Pero los maestros se rehúsan a enseñar fonética porque la mayoría de las escuelas no educan a los maestros sobre la ciencia establecida. Los maestros que enseñan fonética van contra lo establecido.

Y esto ha afectado a los niños. El 60% de los estudiantes de cuarto grado de Washington tienen un puntaje inferior al promedio en lectura en la boleta de calificaciones de la nación, la Evaluación Nacional del Progreso Educativo, un número que apenas ha cambiado en 25 años.

Los niños requieren instrucción profunda en fonética para aprender a leer con confianza. Para los niños con dislexia, una discapacidad de aprendizaje común, la instrucción fonética es la mejor opción.  

Los padres ven en las escuelas privadas una opción.

Por ejemplo, Nuestra Señora del Lago, una escuela católica en el vecindario Seattle Wedgewood de clase media, donde la matrícula es de $ 8000 al año, emplea métodos para enseñar a leer a los niños que tienen dificultades. La subdirectora Bonnie Meyer dice:

"Si todos los maestros usaran un enfoque de alfabetización estructurado, y lo hiciéramos en las escuelas primarias, seríamos testigos de un cambio".

El año pasado, la legislatura creó el Consejo de Dislexia para hacer recomendaciones sobre la instrucción de fonética. Aira Jackson de OSPI promete que el Consejo de Dislexia cambiará la forma de aprender a leer en escuelas de Washington.

Esta promesa de esperanza y cambio solicita al público su  participación en una especie de pensamiento mágico, como la creencia en las hadas y el polvo de duendes. Ya pasaron veinte años desde el Informe del Panel Nacional, y cuarenta desde las guerras de lectura. La experiencia muestra que las escuelas públicas seguirán con el lenguaje completo y quizás ignoren el Consejo de Dislexia, como lo hicieron con el Panel Nacional de Lectura.     

Los padres no pueden participar en el pensamiento mágico. Aprender a leer es un derecho indispensable para sus hijos.

La solución es ofrecer a los padres ayuda directa para que apoyen a sus hijos. Así es como demostrarían un verdadero interés por la educación de los niños.  

Los legisladores deben darles a las familias que tengan hijos con dislexia, y a otros estudiantes que tienen problemas para aprender a leer, la suma de $ 10,000 al año, en una cuenta de ahorro para educación, para que puedan pagar la matrícula en una escuela privada que brinda instrucción en fonética. 

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